El país que queremos
Enny Pulgar para InfoSur
Artículo redactado y confeccionado en el Instituto de Proyectos de Proyecto Sur. El autor es miembro de la Comisión de Industria y transporte.
30-Ago-2010 | El país que queremos
Proyecto Sur basa su propuesta en cinco grandes causas que tienen como objetivo defender el interés nacional, garantizando la igualdad y la justicia social en un proceso de integración latinoamericana autónoma, que nos permita ser protagonistas plenos en el nuevo escenario internacional. Se trata de movilizar los recursos económicos, sociales y culturales de la Nación para afrontar un reto histórico que se sintetiza en: igualdad y justicia social; recuperación de los recursos naturales; la soberanía y la defensa del patrimonio y el medio ambiente; democratización de la democracia; cultura y educación basados en la ética solidaria y de respeto a la dignidad humana; reconstrucción de las industrias y servicios públicos, la promoción científico-técnica y la integración autónoma de America latina.
Partiendo de estas causas y dado que America Latina vive un momento diferente en su vida política y constitucional, Proyecto Sur propone una amplia discusión y debate a nivel nacional que considere una reforma constitucional que plantee una reestructuración integral de la nación, que derive en una sociedad emancipada, con cambios de entidades cuya gravedad reclama la convocatoria al constituyente originario; es decir, al pueblo.
La propuesta del Movimiento Proyecto Sur se construye en base a las demandas populares sobre la incorporación de algunas novedades o reformas en la constitución, o quizás o crear una nueva Carta Magna que plantee una Argentina independiente con valores de libertad, igualdad, justicia y paz internacional, en la doctrina de José de San Martín, el Libertador, en el respecto de los siguientes aspectos: el Territorio federal y demás Espacios Geográficos; la autonomía Política; los Derechos Políticos y el Referendo Popular; los Derechos Sociales y de las Familias; los Derechos Culturales y Educativos; los Derechos Económicos; las Disposiciones fundamentales del Poder Público; la Administración Pública; la Competencia del Poder Público Nacional; el Poder Público Provincial autónomo; el Poder Público de las municipalidades; el Consejo Federal de Gobierno; el Poder Ejecutivo Nacional del Presidente de la República; el Consejo de Estado; el Régimen Socioeconómico y la función del Estado en la Economía; el Sistema Monetario Nacional; la Coordinación Macroeconómica; la Fuerza Armada Nacional.
El país que queremos deberá reconocer en primera instancia nuestras raíces, a los hombres y mujeres de los diferentes pueblos, a las diferentes formas de religiosidad y a las diferentes culturas que nos enriquecen como sociedad. La construcción del país deberá observar una nueva forma de convivencia ciudadana, en diversidad y armonía con la naturaleza, una sociedad que respeta, en todas las dimensiones, la dignidad de las personas y las colectividades. Un país democrático, comprometido con la integración latinoamericana, sueño de José de San Martín, Simón Bolívar y José Gervasio Artigas, entre otros, teniendo como premisa fundamental la paz y la solidaridad con todos los pueblos de la tierra.
El país que queremos deberá ser refundado, establecer una Republica democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural. Deberá establecer un Estado real de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de libertad, independencia, paz, solidaridad, bien común, integridad territorial, convivencia y el imperio de la ley para esta y futuras generaciones. Deberá asegurar el derecho a la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la vivienda, a la justicia social y a la igualdad sin discriminación ni subordinación alguna.
El Estado Argentino que queremos deberá promover la cooperación pacifica entre las naciones e impulsar y consolidar la integración latinoamericana de acuerdo al principio de la no intervención y autodeterminación de los pueblos, la garantía universal e indivisible de los derechos humanos, la democratización de la sociedad internacional, el desarme nuclear, el equilibrio ecológico y los bienes jurídicos ambientales como patrimonio común e irrenunciable de la humanidad, en ejercicio de su poder originario representado por el soberano Congreso Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático.
El pueblo argentino, desde la profundidad de su historia, inspirado en las luchas del pasado, en la sublevación indígena anticolonial, en la independencia, en las luchas populares de liberación, en las marchas indígenas, sociales y sindicales, en las guerras del y por el agua, en las luchas por la tierra y los territorios, y en base a la memoria de nuestros mártires, deberá construir un nuevo Estado basado en el respeto e igualdad para y entre todos, con principios de soberanía, dignidad, complementariedad, solidaridad, armonía y equidad en la distribución y redistribución del producto social y económico, donde predomine la búsqueda del vivir bien; con respeto a la pluralidad económica, social, jurídica, política y cultural de los habitantes de la nación y del mundo, en convivencia colectiva con acceso al agua, trabajo, educación, salud y vivienda para todos.
Proyecto Sur se propone un proyecto emancipador capaz de dar respuesta a desafíos sin precedentes y con sus cinco causas, busca revertir la cultura de la derrota y la resignación, que ha sido alimentada en Argentina por las experiencias del terrorismo de Estado y más de veinte años de hegemonía neoliberal, traducida en políticas económicas de despojo, polarización de la riqueza y exclusión social, sustentada en el individualismo egoísta, un consumismo obsceno y el lucro como objetivo esencial que legitima la corrupción así como los negocios privados con bienes públicos, junto al desprecio hacia los valores solidarios y los sectores sociales desposeídos.
Este proyecto promueve una ética pública sustentada en el principio que aquello que pertenece a
nuestra Nación es de todos y entre todos debemos defenderlo, condenando el aberrante y reiterado delito de hacer negocios privados con bienes públicos en perjuicio de la gran
mayoría de los argentinos.
El país que queremos debe sembrar y alimentar de forma muy especial la interrupción de los miedos que atemorizan a los sectores dominantes, y de forma muy especial a la clase media argentina. Estos sectores de la sociedad se caracterizan por su mentalidad conservadora, clasista, racista, por su inexperiencia política, y con una muy débil cultura general. Una clase que limita sus horizontes a Estados Unidos y Europa, pero por el contrario, con una muy desarrollada cultura consumista consolidada a lo largo de los muchos años de la bonanza que le permitía ser el granero del mundo.
Argentina necesita recuperarse definitivamente del deterioro que sufrió en los años 90 en todos sus sectores: industrial, económico, militar, social, educativo, rural, industrial entre otros. Necesita recuperarse de las grandes consecuencias que generó el reajuste general de los 90 en la economía, con el cual esas actividades sufrieron una considerable contracción. Necesita retomar el desarrollo industrial que tuvo décadas atrás y así disminuir la excesiva importación de bienes y servicios que se reinicio desde fines de los 80 y se acentuó definitivamente con el gobierno de Carlos Menem.